Septiembre llega y seguimos en el descubrimiento de nuevos caminos, como en mi mini paseo destinado a éste mes. Ese día me dirigía a Anapoima y el ayudante del bus en el que me subí me dijo que llegarían hasta allá, pero bueno la vida casi nunca es como uno se la imagina, así que horas después paró en un pueblito X y me dijo que no iría hasta Anapoima, entonces que desde ese lugar lograría llegar...
tenía tanto malgenio! me dejó tirada, y no tenía idea de dónde estaba... me senté en una banca refunfuñando y con un poco de angustia... me quedé mirando fijo el suelo, con la mirada perdida en el asfalto, pensado que mala suerte tenía y después de un rato noté que el asfalto estaba lleno de pajaritos amarillos 
no contrastaban mucho y por eso no los había notado antes (y por el mal genio, claro) después los veía por todos lados, incluso en la banca en la que me senté, un regalo del destino que parecía desafortunado, pero que me llevó a un pueblito de pajaritos bebés que me rodearon y acompañaron todo el tiempo mientras esperaba que llegara un supuesto Jeep que me llevaría a Anapoima, demoró lo suficiente, una hora, hora y media para poder caminar por esa pequeña zona en compañía de mis aves color sol 

después me enteré que aquel pueblito se llamaba El Triunfo, una pequeña extensión de Mesitas del colegio...
y bueno para mí el triunfo fue entender e integrar que todo evento que a mi me pueda parecer desafortunado tiene un tesoro y un regalo oculto
o bueno, ni tan oculto solo hay que detener la mente y dejarse sorprender
Amé ese pueblo pajarito y después el viaje en Jeep a Anapoima fue muy emocionante y turbulento
... Espero que Septiembre sea un lindo mes para todos, pese a las condiciones... siempre en las dificultades podremos encontrarnos con la belleza o con un pajarito amarillo 









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